Marco A. Abastoflor: La IA tiene un enorme potencial para transformar la planificación de destinos turísticos sostenibles, tanto en Bolivia como en toda América Latina.
Jefe de Carrera de Administración Turística en Universidad Católica Boliviana "San Pablo", Regional La Paz | Bolivia
Marco Antonio Abastoflor Portugal es un destacado académico y líder en el ámbito del turismo sostenible en Bolivia.
Actualmente, es Jefe de la Carrera de Administración Turística en la Universidad Católica Boliviana «San Pablo» en La Paz. También es miembro afiliado a la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) a través de esta institución.
Con una sólida formación, que incluye estudios de doctorado en turismo en la Atlantic International University y especialización en turismo sostenible por la Universidad de Salamanca, ha dedicado más de una década a la educación y planificación en turismo.
Además, colabora como docente en la Cátedra UNESCO de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible y es miembro del Consejo Directivo de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería y Turismo (CONPEHT).
Su amplia experiencia y compromiso con el desarrollo sostenible le posicionan como una voz influyente en la transformación del turismo en la zona latinoamericana.
Háblanos, a grandes rasgos, del destino turístico de Bolivia.
Bolivia es un destino turístico único, con una rica diversidad natural, cultural e histórica. El país ofrece una mezcla de paisajes impresionantes, culturas indígenas vivas y ciudades coloniales con un patrimonio arquitectónico notable. A grandes rasgos, los principales atractivos turísticos de Bolivia incluyen:
El Salar de Uyuni es salar más grande del mundo, un vasto desierto de sal que se transforma en un espejo perfecto durante la temporada de lluvias. Es uno de los lugares más visitados y fotografiados del país, ofreciendo una experiencia casi surrealista. Además, sus alrededores albergan lagunas coloridas, formaciones rocosas y vida silvestre como flamencos.
La Paz, la capital más alta del mundo, La Paz es una ciudad vibrante que se asienta en un impresionante valle rodeado de montañas. El teleférico de la ciudad es una atracción por sí mismo, proporcionando vistas espectaculares. Cerca de la ciudad, el «Camino de la Muerte» es popular entre los ciclistas aventureros.
El Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, compartido con Perú. Es conocido por sus islas sagradas, como la Isla del Sol, que alberga sitios arqueológicos incaicos y es un lugar importante en la mitología andina.
Bolivia también es parte de la cuenca amazónica, con acceso a la biodiversidad y los ecosistemas tropicales. Rurrenabaque es la puerta de entrada a las pampas y la selva amazónica del Madidi, donde los turistas pueden observar fauna exótica y explorar ríos y selvas.
Sucre y Potosí, ambas son ciudades coloniales con una gran historia. Sucre, la capital constitucional de Bolivia, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su arquitectura colonial bien conservada. Potosí, por otro lado, fue una de las ciudades más ricas del mundo en la época colonial gracias a sus minas de plata en el Cerro Rico.
Bolivia es hogar de una de las poblaciones indígenas más grandes y diversas de América Latina. Las culturas quechua y aymará son predominantes, y muchas de sus tradiciones y festivales, como el Carnaval de Oruro (también Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad), siguen siendo una parte integral de la identidad boliviana.
Los Yungas, este valle subtropical es un piso ecológico, cercano a La Paz, ofrece una transición entre los Andes y la Amazonía. Es conocido por sus plantaciones de café y coca, así como por el famoso «Camino de la Muerte». Además, las rutas hacia Coroico ofrecen una combinación de aventura y paisajes impresionantes.
El turismo en Bolivia aún está en desarrollo y enfrenta desafíos como la infraestructura limitada en algunas áreas, pero tiene un gran potencial para crecer debido a su autenticidad y la oferta de experiencias únicas. La promoción del turismo sostenible es una oportunidad clave para preservar los recursos naturales y culturales del país.
Bolivia es un destino que ofrece una variedad de experiencias, desde la aventura extrema hasta el turismo cultural y ecológico, ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y fuera de lo común.
Tu relación con la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) te ha dado una perspectiva internacional del sector. Desde esa posición, ¿qué oportunidades identificas para que Bolivia se consolide como un destino clave de turismo sostenible en el escenario global?
Mi relación con la ONU Turismo antes OMT como Miembro Afiliado, me ha permitido observar de cerca las tendencias globales y las mejores prácticas en turismo sostenible. Desde esa perspectiva internacional, veo varias oportunidades clave para que Bolivia se posicione como un destino turístico sostenible y competitivo a nivel mundial.
Bolivia cuenta con una rica herencia cultural e indígena, que es un activo valioso en el contexto del turismo sostenible. Muchas comunidades indígenas ya están involucradas en proyectos de turismo comunitario, lo que brinda la oportunidad de fortalecer su papel.
El modelo de turismo comunitario o de base comunitaria, permite a los visitantes interactuar con las culturas locales de manera respetuosa, beneficiando directamente a las comunidades anfitrionas a través de ingresos y preservando sus tradiciones.
También, Bolivia tiene una impresionante diversidad de ecosistemas, desde el Altiplano y los Andes hasta la Amazonía y los valles tropicales de los Yungas. Sin embargo, muchos de estos destinos, como el “Parque Nacional Madidi”, “Torotoro”, o los “Yungas paceños”, siguen siendo relativamente desconocidos a nivel internacional.
El desarrollo sostenible en estos destinos puede atraer turistas interesados en la naturaleza y la conservación, mientras se protege el medio ambiente.
Uno de los principales retos del turismo en Bolivia es la falta de infraestructura, especialmente en áreas rurales y naturales. Sin embargo, esto también representa una oportunidad para construir infraestructura con un enfoque en la sostenibilidad, como alojamientos ecológicos, transporte con bajas emisiones y centros de visitantes autosostenibles.
La creación de rutas turísticas transfronterizas sostenibles, ya que estamos en el corazón de Sud américa, en colaboración con países vecinos como Perú, Brasil y Chile, nos puede generar mayor visibilidad para Bolivia en mercados globales.
Bolivia tiene una biodiversidad extraordinaria, y puede atraer a un segmento especializado de turistas interesados en la investigación científica, el ecoturismo y el voluntariado en conservación.
Una de las principales tendencias del turismo moderno es el interés por las experiencias auténticas. Bolivia tiene una ventaja competitiva con sus comunidades indígenas y su fuerte identidad cultural.
Sin embargo, es crucial que este turismo se realice con un enfoque ético, garantizando que las comunidades locales sean respetadas y que los beneficios económicos lleguen directamente a dichas comunidades. Promover experiencias culturales auténticas y colaborativas, que respeten la cosmovisión indígena y generen impacto positivo en las comunidades locales.
Bolivia aún está construyendo su identidad de marca en el panorama turístico global. Aprovechando su diversidad cultural, natural y su historia milenaria, el país puede posicionarse como un destino diferente, lejos del turismo de masas y enfocado en la autenticidad y sostenibilidad.
Y por último, trabajar en la apropiación y orgullo de la población local sobre la importancia del turismo sostenible es crucial para el éxito a largo plazo. Esto no solo significa capacitar a los operadores turísticos, sino también concienciar a la población sobre los beneficios del turismo responsable y las maneras de proteger los recursos naturales y culturales.
Un detalle importante a mencionar es que el mes pasado en (Septiembre 2024), el Secretario General de ONU Turismo, pudo visitar por primera vez Bolivia, la ciudad de Sucre, y esto nos coloco en el ojo del turismo mundial.
Como miembro del Consejo Directivo de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería y Turismo, ¿cuáles son las tendencias más innovadoras en la formación de profesionales del turismo sostenible que observas en este territorio?
Ya son tres años que soy miembro del Consejo Directivo de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería y Turismo (CONPEHT), y en este tiempo he podido observar varias tendencias innovadoras en la formación de profesionales en turismo sostenible en la región, observando el trabajo que realizan otras universidades en la región, y eso me ha llevado a ver como las tecnologías digitales están jugando un papel crucial en la formación de futuros profesionales del turismo sostenible.
El uso de herramientas como simulaciones, realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR) permite a los estudiantes experimentar destinos turísticos de forma inmersiva y comprender el impacto de diversas decisiones en los entornos naturales y culturales. Estas tecnologías también están siendo utilizadas para simular la gestión sostenible de hoteles y destinos turísticos.
El enfoque de “aprender haciendo” ha ganado terreno en la formación. A través de prácticas en campo, pasantías y programas de voluntariado en destinos que promueven las universidades en las distintas regiones, los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos directamente en situaciones reales, no solo de su país sino en otros países.
Las escuelas están promoviendo el desarrollo de habilidades transversales, como el liderazgo ético, la resolución de problemas y la capacidad de adaptación. Los programas de formación incluyen módulos sobre ética empresarial, gobernanza sostenible y responsabilidad social corporativa, preparando a los futuros profesionales no solo para gestionar proyectos turísticos, sino también para liderar con responsabilidad y sensibilidad, que en esto la CONPEHT trabaja muy bien.
La globalización del sector ha llevado al desarrollo de programas de doble titulación y colaboraciones internacionales.
En CONPEHT hemos venido trabajando en dar oportunidades a los estudiantes para acceder a una educación más diversificada, con exposiciones en contextos y realidades diferentes mediante Clases Espejo y de tipo Coil. Además, fomenta el intercambio de mejores prácticas entre instituciones educativas de distintos países.
La inteligencia artificial ha irrumpido en diversos campos, incluido el turismo. Según tu experiencia, ¿cómo crees que la IA puede contribuir a la planificación de destinos turísticos sostenibles en Bolivia y América Latina?
La inteligencia artificial (IA) tiene un enorme potencial para transformar la planificación de destinos turísticos sostenibles, tanto en Bolivia como en toda América Latina.
Su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos, predecir patrones y automatizar procesos puede ser clave para hacer que la gestión y el desarrollo del turismo sean más eficientes, responsables y sostenibles.
Según mi experiencia, aquí hay algunas maneras en que la IA puede contribuir a este ámbito:
La IA puede ayudar a prever y gestionar los flujos de turistas de manera más eficiente. Mediante el análisis de grandes cantidades de datos, como reservas, comportamiento en redes sociales, patrones climáticos y tendencias de viaje, los destinos pueden anticipar la demanda y planificar infraestructuras y recursos de manera más adecuada.
La IA puede ser utilizada para optimizar rutas y medios de transporte en destinos turísticos, reduciendo la huella de carbono de los turistas. Algoritmos de IA pueden sugerir opciones de transporte más ecológicas, como compartir vehículos eléctricos, bicicletas o caminar en rutas diseñadas para minimizar el impacto ambiental.
En destinos como Machu Picchu o parques nacionales, la IA podría proponer itinerarios sostenibles que minimicen la interferencia en áreas sensibles, ofreciendo al mismo tiempo una experiencia completa a los visitantes.
Los sistemas de IA pueden mejorar la eficiencia en la gestión de recursos en hoteles y otras instalaciones turísticas, lo que contribuye directamente a la sostenibilidad. Esto incluye la optimización del uso de agua y energía mediante sistemas inteligentes, la reducción de residuos, y la gestión de inventarios de manera más eficiente.
Por ejemplo, en un hotel en La Paz o Santa Cruz, la IA podría controlar el consumo de energía adaptando la iluminación y la climatización según la ocupación del hotel o las condiciones externas, reduciendo así el desperdicio de recursos.
Tienes experiencia en el diseño y gestión de proyectos turísticos. Desde tu perspectiva, ¿cuáles son las claves para desarrollar proyectos turísticos sostenibles que además sean competitivos a nivel internacional?
El desarrollo de proyectos turísticos sostenibles y competitivos requiere de una planificación integral que combine sostenibilidad, innovación, y la creación de experiencias auténticas. Desde mi experiencia en este campo, uno de los pilares fundamentales es integrar la sostenibilidad desde el inicio.
Esto significa diseñar infraestructuras con bajo impacto ambiental, utilizar recursos naturales de manera eficiente y garantizar la conservación de la biodiversidad. La sostenibilidad debe ser la base del proyecto, más que un complemento.
Otra clave para el éxito es involucrar activamente a las comunidades locales. Estas deben ser parte esencial en todas las etapas del proyecto, desde la planificación hasta la operación. Al hacerlo, no solo se crean oportunidades de empleo y desarrollo económico, sino que también se refuerza la identidad cultural del destino.
Además, empoderar a las comunidades hacerlas sentirse orgullosas de lo que son y de lo que tienen lleva a la preservación de su patrimonio natural y cultural garantizando la sostenibilidad a largo plazo. Los proyectos de turismo comunitario, por ejemplo, permiten que las comunidades locales sean los protagonistas en ofrecer experiencias auténticas a los turistas.
Este ha sido el caso de Torotoro al norte del departamento de Potosí, una población que tenia un potencial enorme con diversos atractivos para el turista, como ser principalmente las huellas de Dinosaurios, pero no tenia buenos accesos y tampoco servicios para los turistas, a lo largo de los años y con una buena planificación desde la Universidad en la que trabajo, con la ayuda de la Cooperación internacional y junto al municipio y las comunidades hemos podido desarrollar un destino turístico sostenible y en desarrollo para Bolivia.
Para competir en el ámbito internacional, los proyectos deben destacar por su oferta turística única y diferenciada. La autenticidad es cada vez más valorada por los viajeros, que buscan experiencias inmersivas y significativas. Por ello, es importante resaltar lo que hace especial al destino, ya sea su riqueza natural, sus costumbres, su historia o su gastronomía. El desarrollo de productos turísticos que reflejen la identidad local puede ser un gran diferenciador en mercados globales saturados.
Las alianzas estratégicas son otro componente esencial. Colaborar con gobiernos, ONGs, instituciones académicas y operadores turísticos puede potenciar el proyecto en varias áreas, desde la promoción y comercialización hasta la capacitación y formación del personal. Estas alianzas también permiten acceder a mercados más amplios y facilitan el intercambio de conocimientos y mejores prácticas en turismo sostenible.
Has sido ponente en eventos como el Seminario Sudamericano de Turismo CONPEHT 2024. ¿Qué tendencias emergentes en el turismo sostenible se están discutiendo en estos espacios internacionales y cómo podrían aplicarse en Bolivia?
Una de las tendencias más destacadas es el turismo regenerativo, que no solo busca minimizar el impacto ambiental, sino también restaurar los ecosistemas y las comunidades afectadas por el turismo.
Esta filosofía va más allá del concepto tradicional de sostenibilidad al promover la regeneración activa de la naturaleza y la cultura.
En Bolivia, esta tendencia podría aplicarse en regiones vulnerables como los Yungas o el Salar de Uyuni, donde proyectos turísticos podrían centrarse en recuperar áreas dañadas y reforzar la resiliencia de las comunidades locales, y ahora más que nunca en toda la Chiquitanía boliviana que ha sufrido mucho por los diferentes incendios que ha habido, va a tomar muchos años, pero hay que hacerlo para disfrutar de sus lindos y únicos bosques.
El turismo de impacto positivo en comunidades locales, también ha sido un tema recurrente en los foros internacionales. Este enfoque pone énfasis en la inclusión de las comunidades indígenas y rurales en los proyectos turísticos, no solo como participantes pasivos, sino como protagonistas en el desarrollo y la oferta de experiencias turísticas.
En Bolivia, esta tendencia es especialmente relevante para el turismo comunitario, donde pueblos indígenas pueden liderar iniciativas que integren sus tradiciones, cultura y entorno natural en las propuestas turísticas.
También, se ha hablado mucho del “turismo consciente”, donde los viajeros buscan experiencias que no solo sean respetuosas con el medio ambiente, sino que también contribuyan a su bienestar personal. Esto incluye el turismo de bienestar y experiencias inmersivas en la naturaleza.
En Bolivia, este tipo de turismo se aplica mediante la creación de rutas en áreas naturales como el Parque Nacional Madidi, donde los visitantes puedan conectarse con la naturaleza de manera más profunda, mientras apoyan la conservación de estos lugares.
Estas tendencias emergentes abren una gran oportunidad para que Bolivia y el mundo desarrolle un turismo sostenible e innovador, que combine tecnología, respeto por las comunidades locales y regeneración ambiental.
¿Qué es para Marco Antonio el turismo sostenible?
Para mí, el turismo sostenible es una forma de viajar y desarrollar actividades turísticas que busca generar beneficios económicos y sociales, minimizando al mismo tiempo el impacto negativo sobre el medio ambiente y las comunidades locales.
Es un enfoque integral que tiene como objetivo satisfacer las necesidades actuales de los turistas y de los destinos, sin comprometer los recursos y posibilidades para las generaciones futuras.
En el turismo sostenible, el respeto por el entorno natural, el patrimonio cultural y las costumbres de las comunidades locales es clave. Implica una planificación y gestión responsables, donde se busca equilibrar el crecimiento económico con la conservación de los ecosistemas y el bienestar de la población local.
Esto significa que el turismo debe generar empleos y oportunidades para las comunidades, promover la equidad social, y educar tanto a los viajeros como a los operadores sobre la importancia de preservar los recursos naturales y culturales.
El turismo sostenible es una forma de garantizar que el turismo sea un motor de desarrollo que respete los límites ecológicos del planeta y aporte un valor real a las comunidades y los destinos, creando experiencias auténticas y responsables para los viajeros.
Y por último, quiero mencionar que hace unos pocos años hemos fundado junto a excelentes profesionales españoles y latinoamericanos la Red Iberoamericana de Turismo Sostenible (RITS), con la que invitamos a mas instituciones y profesionales a participar, aportando con sus actividades y proyectos de investigación.
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